CASA DE LOS PICAPIEDRAS

LA CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

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CASA DE LOS PICAPIEDRAS

CASA DE LOS PICAPIEDRAS

Me quedo corto al calificar la casa de los Picapiedra como poco convencional, porque esta pequeña mansión situada en una colina de Malibú, en California, es una extravagancia en plena regla, de esas que te dejan ojiplático tanto por su forma como por el hecho de que a alguien le haya dado por construirla. Porque no se trata de una casa con una decoración inspirada en la popular serie de los sesenta, sino que es realmente una casa como las que aparecían en los dibujos, hasta el punto de que podría servir perfectamente de escenario para una película. Desde el exterior, ya llama la atención, pues parece una cueva de piedra caliza erosionada por el viento, justo en lo alto de la colina. Pero si el exterior es sorprendente, esperad a ver el interior. Aunque lo normal es empezar por el salón, me vais a permitir que comience por la cocina, y es que es una de las estancias donde la sensación de estar viviendo en la serie animada es mayor. 

No sólo se sigue recreando en el interior el efecto de estar en una cueva, con los techos y paredes de formas irregulares y las ventanas perforadas en los muros, sino que el propio mobiliario de la cocina parece estar hecho de piedra, desde algo lógico como el banco hasta los frentes de los cajones. Únicamente desentonan un poco los electrodomésticos, porque todos esperábamos ver al mini dinosaurio triturador de basuras o al pelícano lavadora, pero aún así, la ambientación es increíble. Desde el salón se disfruta de unas vistas espectaculares del océano pacífico a través de un gran ventanal, desde el que intuyo se puede acceder a una agradable terraza. Los vidrios, para potenciar el efecto de basta apertura en la roca, no llevan marcos, y pasan bastante desapercibidos. Como no podía ser de otra manera, el mobiliario del salón es de formas irregulares, desde una sinuosa mesa de cristal hasta el sofá, que aunque no es de piedra por cuestiones funcionales, da bastante el pego. También resulta interesante cómo está integrada la televisión en el hueco de la chimenea, tal vez demasiado baja para verla cómodamente, pero cuanto menos curioso. 

 Del dormitorio llama bastante la atención que no está completamente separado del salón, pues aunque los separa un muro, este tiene una enorme apertura sobre el cabecero, de forma que la continuidad del espacio es total, ya que tampoco hay puerta al dormitorio, sino tan solo al baño. A juego con la cama, hay dos mesitas de noche que parecen realmente dos grandes trozos de piedra burdamente tallados —espero que no sea mármol, aunque me temo que sí— y que refuerzan la sensación de estar viviendo en un capítulo de los Picapiedra. La iluminación, muy difusa y camuflada entre los pliegues de la pared, hace del dormitorio un lugar agradable y relajante. Para el final me he dejado el baño, en el que esperaba ver al elefante que tantos sustos daba a Pedro en sus duchas matutinas. 

En su lugar me he encontrado con un gran espacio de suelo empedrado y espejos sinuosos, en el que una gran bañera se esconde en un saliente de piedra, como si fuera un cuenco de piedra natural. Aunque esta gran réplica de la casa de los Picapiedra no está realmente hecha en piedra, sino con mucho arte de ye-sería (porque espero que no usaran cartón-piedra), es una casa real, que ahora mismo está en venta por un precio que os dejará igual que la casa, petrificados: dos millones y medio de euros.
CASA DE LOS PICAPIEDRAS CASA DE LOS PICAPIEDRAS Reviewed by Ysela T on 5/05/2014 Rating: 5

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